la navidad es otra cosa...

domingo, 14 de diciembre de 2008

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¡Cuándo fue que nos convencieron de que la Navidad es el arbolito, Papá Noel, el regalo más caro, los fuegos artificiales, la mejor fiesta después de las 12 y pelearnos por pasarlas con mi familia o la tuya?


En medio de la crisis de un sistema cuestionado, algunos se empecinan en hacernos creer que una feliz Navidad depende de un regalo que se pueda comprar y que en lo posible sea grande, colorido, costoso, el último modelo. Hasta se sortea el gordo de navidad para “salvarnos”, como si llenar nuestros bolsillos realmente pudiera hacer algo por nosotros. El punto no es los regalos, ¿acaso hay algo más lindo que el placer de dar?


El problema está cuando algo sublime pierde su sentido. La Navidad no es consumo ni una oportunidad más para los excesos.


LA NAVIDAD ES OTRA COSA.


Gracias a Dios.


Es el recuerdo de un parto.


Un parto espera, duele, sangra, grita, puja, rompe y duele otra vez… hasta que en medio del dolor se abre paso la vida.


Y en un mundo que nos duele de injusticia, indiferencia, falta de amor, mentira, hambre y violencia, mientras la humanidad grita, puja y sufre… este parto nos da esperanza.


Porque celebrar el nacimiento de Jesús es celebrar la vida: celebrar a Dios naciendo como hombre en un lugar sencillo,


en medio de la violencia para traer la Paz;


en medio de la injusticia para traer la justicia;


en medio de la soledad para traer el amor.


Jesús no vino en trineo ni con una bolsa de regalos comprados en el shopping para los que se portaron bien. Porque no importa cómo te portaste: el regalo de Dios es su amor incondicional.


Para vos, para todos.


Tengamos una feliz navidad. Celebremos la vida. Demos amor. Hagamos las paces. Ejercitemos el perdón. Construyamos un espacio para la justicia. Compartamos con el que no tiene. Abracemos al que está solo. Restauremos lo que se rompió. Practiquemos la armonía. Tengamos una noche en PAZ.